jueves, 29 de noviembre de 2007

EL DEFICIT FISCAL.


ENRIC HERNÀNDEZ, MADRID.
Cuando el vicepresidente económico, Pedro Solbes, confiesa que publicar las balanzas fiscales provocaría "confrontaciones" territoriales, sabe de qué habla. El último estudio sobre los flujos financieros entre el Estado y las autonomías, encargado por la Fundación BBVA y basado en datos oficiales, revela que el déficit fiscal de Catalunya --la diferencia entre lo que los catalanes pagan en impuestos y lo que reciben a cambio mediante subvenciones e inversiones estatales-- se ha triplicado en los últimos 15 años analizados.
Aunque los incrementos anuales fueron dispares, en el 2005, último ejercicio analizado y el primero completo de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, el déficit fiscal catalán superó los 11.000 millones de euros, 1,8 billones de pesetas. Una cifra equivalente al 6,5% del producto interior bruto (PIB) que ese año generó Catalunya.
En pleno debate sobre la precariedad de las infraestructuras catalanas, y cuando se acerca el plazo fijado por el Estatut --segundo semestre del 2008-- para revisar el modelo de financiación autonómica, el exhaustivo trabajo de los investigadores Ezequiel Uriel y Ramón Barberán vuelve a poner de actualidad un interrogante espinoso como pocos: ¿Hasta qué punto puede Catalunya seguir contribuyendo al progreso de los restantes territorios de España sin que ese esfuerzo de solidaridad se convierta en un lastre para su propio crecimiento económico? El estudio no aporta respuestas, pero sí datos suficientes para que cada cual extraiga sus propias conclusiones.

LA SERIE HISTÓRICA
Titulado Las balanzas fiscales de la comunidades autónomas con la Administración Pública Central (1991-2005), el libro ayer presentado actualiza los estudios precedentes sobre los flujos financieros entre territorios. Como el avanzado ayer por este diario, que, obra de los mismos profesores, cifra en 8.176 millones --1.044 euros por habitante-- el déficit catalán del 2001. O el confeccionado por los expertos de la Generalitat, que elevó hasta los 11.307 millones el desequilibrio financiero de ese mismo año.
Por lo tanto, la principal aportación de este informe es la serie histórica trazada. Al recoger las balanzas fiscales de 1991 al 2005, permite constatar que ni los sucesivos modelos de financiación, ni los gobiernos de uno u otro signo ni la alternancia de mayorías absolutas y de pactos con los nacionalistas catalanes han alterado una constante: el incremento exponencial del déficit fiscal de las comunidades económicamente más dinámicas: la Comunidad de Madrid en cabeza, seguida de Catalunya y, alternativamente, la Comunidad Valenciana y Baleares. Además, las comunidades con menor potencial económico (Andalucía, Galicia, Asturias, Extremadura y las dos Castillas) han conservado, cuando no mejorado, las aportaciones que reciben del Estado. Eso significa que la solidaridad, destinada a que los territorios receptores netos progresen para algún día dejar de serlo, no parece lograr su objetivo.
Como promedio, el saldo negativo del Estado con Catalunya ha ascendido en estos 15 años a 6.933 millones anuales, 1.094 euros por habitante. Otro dato revelador es que en el último cuatrieno auditado, del 2001 al 2005, la factura de la solidaridad se ha encarecido especialmente para Catalunya: una media de 9.786 millones anuales, 1.489 euros por catalán. El déficit récord se registró en el 2005 con 11.003 millones, 1.604 euros por catalán y más del triple que 15 años atrás.

INFLEXIÓN TRAS EL MAJESTIC
Estable bajo los últimos gobiernos de Felipe González --los de mayoría absoluta y los del pacto con CiU-- y el primero de José María Aznar, el déficit catalán rondó los 3.000 millones anuales de 1991 a 1997. Empezó a dispararse desde 1998, recién firmado el pacto del Majestic, hasta superar los 9.000 millones en la segunda legislatura de Aznar. Y en el 2005, con el primer presupuesto de Zapatero, la tendencia, lejos de romperse, se acentuó. En términos relativos, el saldo negativo por habitante ha aumentado un 65% en el mismo periodo, mientras que, si se compara con el PIB catalán, solo ha crecido un 8%.
Pero el dudoso honor de encabezar el ránking de las autonomías que son contribuyentes netas le corresponde a la Comunidad de Madrid, en parte merced a una método de cálculo beneficiosa para sus intereses. Su esfuerzo de solidaridad se cuadruplicado en 15 años, hasta rozar los 21.000 millones (3.561 euros por habitante) del 2005. Por su reciente despegue económico, que acarrea una mayor pago de impuestos, su periodo más deficitario ha sido el 2001-2005, con 18.305 millones promedio.

martes, 27 de noviembre de 2007

ESO DE LA INNOVACION VISTO DESDE LA PERSPECTIVA DEL DISEÑO

Cada época tiene sus palabras mágicas. La que domina hoy es esa fórmula del I+D+i; es decir, la cadena que une la investigación, el desarrollo y la innovación como mecanismo de dinamización de la actividad empresarial y económica de empresas, regiones y países en sus conjunto. Hasta ahí, nada nuevo, especialmente si se interpreta la investigación como producción científica hecha en un laboratorio o centro experimental, el desarrollo como la aplicación de esta ciencia a propuestas tecnológicas, y la innovación como la conversión de esa tecnología una vez desarrollada en productos comercializables que se lanzan al mercado porque incorporan novedades tecnológicas.
Recientemente, sin embargo, se extiende la idea de que existe un tipo de innovación que no necesariamente es novedosa por su tecnología sino por otros muchos factores, como la aportación del buen diseño. A partir de ahí se ha empezado a considerar mucho más seriamente qué hay en la manera de trabajar propia de los diseñadores que puede servir directamente para impulsar la innovación y su éxito comercial.
Desde hace unos años se pone mucho esfuerzo en traducir los conocimientos propios del diseño a un lenguaje más comprensible y cercano a la empresa. Pero, desde el mundo del diseño y su cultura, ¿se sabe realmente qué implicaciones y oportunidades entraña esa dinámica de la innovación para el diseño? ¿Existen en nuestro país puntos de contacto suficientes y suficientemente fluidos entre el sector del diseño y el sistema de la I+D+i tal como ha sido promovido por las distintas administraciones? Muchas indicaciones dispersas en publicaciones, informes y estudios sobre el sector están poniendo de relieve el alejamiento real de muchos diseñadores de la cultura y los sistemas de investigación y desarrollo, de manera que raramente se sabe cómo hacerles participar en los procesos de innovación.
Con este artículo pretendo presentar una actividad organizada conjuntamente entre el CIDEM y la ADP para acercar a los mundos de la investigación e innovación y a los profesionales del diseño. El objetivo es analizar conjuntamente las tendencias relativas a innovación que se derivan de la ampliación del concepto a otras muchas prácticas no necesariamente vinculadas al avance de las propuestas. En el marco del espacio europeo para la investigación y la innovación ERA, se han venido desarrollando criterios e indicadores para medir la innovación existente en los distintos países. Son los manuales Oslo por un lado, y los informes del European Innovation Scoreboard.
En sus últimas ediciones ha irrumpido con fuerza la innovación no precisamente tecnológica sino derivada de propuestas de hondo calado cultural junto con innovaciones introducidas en la dinámica empresarial en cuanto a organización, comercialización, técnicas de marketing o de branding. Se trata de una ampliación muy importante de lo que se considera innovación y abre vías de trabajo insospechadas para el diseño como actividad profesional, pero también como disciplina con conocimientos, competencias y destrezas propias.
Desde ADP en colaboración estrecha con el departamento de Innovación del CIDEM, nos hemos propuesto organizar una serie de jornadas de reflexión sobre la cuestión planteadas claramente en la perspectiva y desde los intereses del diseño bajo el lema: Te ayudamos a Innovar. Se trata de dos cursos con una clara voluntad de formación para diseñadores que deseen incorporarse al sistema de la innovación y participar en planes y proyectos de I+D+i. Son dos cursos complementarios entre sí.
El primero, I+D+i: Impulso y Ayudas para el Diseño, tuvo lugar en noviembre de 2007. Su objetivo ea ver lo que espera el sistema de la innovación del diseño y su cultura. Se presentaron los sistemas español y catalán de la innovación, las modalidades actuales de la innovación, los programas de promoción en marcha y la mecánica de las ayudas que se conceden y, sobre todo, cómo y de qué manera las empresas de diseño pueden beneficiarse de ellas. El tema de fondo era comprobar si las administraciones están tratando, y con qué enfoque, la nueva cuestión de la innovación no tecnológica.
El segundo curso, La Innovación guiada por el Diseño, se realizará en enero y analizará qué diseño es innovación y cuándo constituye el factor clave para el impulso de la innovación en las empresas. Se tratarán cuestiones como la innovación basada en o dirigida por el diseño, si la metodología del diseño sirve sin más para la innovación y si debe cambiar para participar en esta dinámica. El curso puede servir para preparar el enfoque y el contenido de las memorias para presentar proyectos de innovación en las tres administraciones, la Generalitat, el Ministerio y la Unión Europea.

Anna Calvera
Catedrática de Diseño en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y miembro de ADP

IMPULSO A LA INNOVACION DIRIGIDA POR EL DISEÑO 100%

Si bien en muchos casos, el CIDEM es conocido como un organismo que gestiona subvenciones, su actividad va mucho más allá. El Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial tiene como misión impulsar la innovación de las empresas catalanas como medio para aumentar su competitividad desde el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat de Cataluña
Entre sus líneas de actuación figuran la oferta de productos y servicios que ayuden a las empresas a mejorar su proceso de innovación; ya sea facilitando información y conocimiento mediante acceso a publicaciones, jornadas, cursos de formación, casos de éxito empresarial, asesoramiento especializado, así como orientando en la búsqueda de financiación y de proveedores específicos.

El resultado de toda esta actividad, se da a conocer mediante una intensa labor de comunicación a través de acuerdos con distintos medios. Algunas de las acciones que se llevan a cabo en este sentido son la difusión de casos de éxito empresarial en prensa económica y especializada, convocatoria de ruedas de prensa, elaboración de notas de prensa, etc. pero muy especialmente a través del Forum de la Innovación. El Forum, es el acto público más importante que organiza el CIDEM cada año, cuyo objetivo es dar a conocer las últimas tendencias sobre innovación así como reunir a los innovadores catalanes en un espacio único de reflexión y debate.

Respecto a su actividad relacionada con la gestión de líneas de subvención para la financiación de proyectos concretos, cabe destacar el Programa InnoEmpresa. Con este programa se pretende aumentar el número de proyectos innovadores realizados por las pymes catalanas, así como favorecer la relación entre ellas y de éstas con proveedores expertos en el ámbito de la innovación.

La mayoría de pymes, dada su dimensión, necesitan colaborar con expertos de distintas áreas para llevar a cabo proyectos de innovación. Dentro de la categoría de expertos, el diseñador tiene un papel estratégico en la realización de proyectos basados en la creación de nuevos productos y servicios, permitiendo aumentar su competitividad y mejorar su posición en el mercado global.

El diseño es una pieza clave para diferenciarse si se utiliza su capacidad de avanzarse a escenarios de futuro y de integración de distintas disciplinas dentro de la empresa (tecnología, mercado y usuario).

Así pues, la „innovación dirigida por el diseño‰ es aquella que utiliza la metodología propia del diseño para crear nuevos conceptos de productos y servicios con una fuerte orientación de mercado.

El objetivo último de esta tipología de proyectos es la implantación de la innovación, es decir la obtención de resultados exitosos en el mercado.

Por ello, entre los criterios que se tienen en cuenta para evaluar este tipo de proyectos, figuran la calidad y cantidad de los resultados obtenidos por la empresa mediante indicadores acerca del incremento de ventas, cuota de mercado, reducción de reparaciones en garantía, reducción del tiempo de desarrollo, simplificación de mantenimiento, obtención de atributos diferenciadores o la capacidad de transmitir nuevas sensaciones, entre otros.

Es decir, una serie de medidas que permitan evaluar la mejora competitiva de la empresa respecto al mercado local e internacional.

Algunos ejemplos de proyectos que encajarían en esta tipología serían el desarrollo de una nueva gama de accesorios de baño adaptados a las necesidades de personas con dificultades de movilidad, el diseño de nuevos conceptos para espacios polivalentes que mejoren la movilidad y faciliten la interactividad o el diseño de espacios sostenibles incluyendo criterios de eficiencia energética, reciclabilidad, etc.
En cuanto a las modalidades de solicitud, las pymes pueden presentarse individualmente o en colaboración con otras empresas a través de un organismo intermedio.
Un organismo intermedio es una organización pública, semipública o privada, sin ánimo de lucro y con personalidad jurídica propia, que de manera habitual presta servicios de apoyo a la innovación a las pymes.
Las ayudas concedidas van destinadas a cubrir, entre otros, gastos derivados de la contratación de colaboradores externos tales como diseñadores, consultoras de innovación, consultoras tecnológicas, etc.

A través del Programa InnoEmpresa, el CIDEM invirtió 6M• durante el 2007. Para el 2008, se espera abrir nuevamente esta convocatoria durante el primer trimestre del año, con un periodo de vigencia hasta el 2013.

Pilar Casellas, responsable del Programa de Innovación en Producto, CIDEM.

viernes, 23 de noviembre de 2007

CENTRO DE DISEÑO.


Per les noticies que m'arriven sembla que volen invertir fort en el aquest centre de disseny, tenen diners i han agafat al Quim Larrea per començar a fer coses. Adrià.

martes, 20 de noviembre de 2007

¿UNA TIPO MUY SABROSA?



Robert Bolesta y la Grilled Type, una tipografía hecha a base de envases de hamburguesas, con la carne moldeada y fotografiada, lista para usar en párrafos o parrillas.

DUNKIN CAMBIA EL "DONUT" POR EL CAFE..., AL MENOS EN EL NOMBRE;->



Panrico obliga a Dunkin a olvidarse de "Donuts".

Después de adquirir el 100% de la cadena en España, Dunkin Brands ha dado a conocer la nueva marca que imperará en todas las tiendas de la red de franquicias a partir de ahora: Dunkin' Coffee. Así, la compañía pretende rediseñar su concepto de negocio, tradicionalmente anclado a la venta de sus populares rosquillas, para centrarlo en el café.
¿Los objetivos? Adaptar la marca a las expectativas de la sociedad española y relanzar la expansión de los establecimientos a través de la figura del multifranquiciado.

Para ese impulso del café la compañía ha decidido incluir diversos iconos dedicados a esa bebida, así como la remodelación de los establecimientos, cambiando los colores del mobiliario por tonos más cálidos, predominando el marrón.

viernes, 9 de noviembre de 2007

GEMMA BERNAL

ANTES y AHORA, reflexiones sobre nuestra profesión.

Os parecerá que hago el papel de quejita, pero no es así.
Me hace gracia recordar que antes cuando oía a alguien comparando pasado y presente, me sonreía pensando que eran cosas de la edad madura. ¡Pues debe ser así¡

Hace calor, estamos en verano, parece que tendríamos que estar descansando… ¡pues no! a todo el mundo se le ocurre poner en marcha aquellas ideas que se presentaron no se cuándo y que han rodado por encima de las mesas.
Ahora suele pasar así, las cosas son de hoy para mañana, o a veces para ayer.

El diseño que se planteó, se rescata ahora con mucho entusiasmo, se implica a mucha gente, todos opinan y ponen sus requisitos y condiciones.
Se hace “diseño de comité” y, con suerte, a veces te dan tiempo para retocar, poner orden y coherencia en todos estos cambios. Otras veces los encuentras hechos.

Oigo personas que emiten criterios y conclusiones de marketing sobre comportamientos de mercado sin darse cuenta de que las cosas, a veces, no son así, de que cambian y aparecen factores distintos como la sorpresa, la admiración, la comprensión, etc. lo que provoca que, a veces, algún producto funcione sin ceñirse a éstos parámetros.

Me doy cuenta de que para poder crear nuevos productos, a menudo tengo que tomar caminos, en los inicios del proyecto, un tanto autistas.
Todo proceso de diseño tiene un recorrido. Comienza con el estudio de unas necesidades para después emprender una revisión de lo que, en la actualidad, rodea al producto que vamos a diseñar. A partir de aquí, siempre necesito “montarme una historia” que me aguante todos los argumentos y las comprobaciones posteriores. Esta historia es la base que aguanta los futuros temporales, y ha de ser sólida. No puede hacerse con prisas, y tiene que salir de nuestras propias experiencias, inquietudes, observaciones y reflexiones. Se convierte en lo que queremos contar con esa nuestra historia.

¡Y es mejor que sea así! que todo empiece como algo íntimo, a solas. Porque después ha de pasar el filtro y la intervención de muchas personas distintas, las cuales además quieren dejar patente su huella por lo que, sin unos argumentos sólidos, la propuesta no resiste.
A pesar de todo… confieso que me siento bien cuando algo pasa por todo este proceso de una forma correcta. Porque esta situación, la del buen hacer, también existe. Aún hay empresas que saben lo que es el diseño y el desarrollo de producto y cuál es la función del diseñador.

Aunque, en términos generales, no haya el respeto que existía antes, quizás sea una cuestión derivada del poco tiempo que el empresario puede dedicar a éstos menesteres.

Recuerdo que antes, hace años, el día de visita a una empresa era para mí como si fuese un día importante. Toda mi atención la dedicaba a esto y me encontraba con personas que disfrutaban del tiempo con el mismo gozo y aprovechamiento que yo.

Las prisas… quizás sea lo que nos califica hoy.

Cuando repaso el día a día, insisto en recordarme a mí misma y a mi equipo lo importante que es el valor de la Historia, de la idea, de la revisión del contenido en todos los aspectos para que lo que resulte finalmente, por lo menos nos deje tranquilos porque otra cosa, a veces ya no depende de nuestro trabajo.

Es importante tener la capacidad de ver cuál es la situación en cada una de las empresas para las que trabajamos. Las personas, los problemas de mercado y ventas, las posibilidades de desarrollo de la empresa, la competencia, etc. Hemos de estar pendientes de todo y tratar de entender y adaptar nuestra labor a este mundo de incertidumbres y de problemas tantas veces meramente personales. Algunas mañanas, cuando me levanto y reviso mi agenda, veo que lo que toca para hoy representa tomar actitudes y decisiones más afines con el mundo empresarial que con lo que corresponde a la ejecución y desarrollo del diseño. No es eso lo que nos habían enseñado, pero hay que adaptarse. Es indudable que todo influye y que constantemente hay que dirigir la mirada hacia el panorama y entorno para después, rápidamente, buscar una traducción coherente con la idea de producto que el diseñador tiene.

En el fondo me gusta, porque hace que nuestro día a día sea de lo más variado y a veces mucho más pintoresco de lo que hubiera podido imaginar. No tengo tiempo para aburrirme.

Hay que saber moverse ante la diversidad de hechos: es lo que HOY hemos de aprender.

JOSEP MARIA GARROFE

DISEÑO MEDIOCRE, ¿HASTA CUÁNDO?

Es difícil determinar el momento exacto en que se perdió el nivel de calidad de que gozaba el diseño en nuestro país hasta hace bien poco. Más bien creo que sucedió paulatinamente, sin darnos cuenta, por un cúmulo de circunstancias: recortes presupuestarios por parte de los clientes, aumento de la competencia desleal, intrusismo profesional… Todo ello ha contribuido a rebajar escandalosamente la calidad de la creatividad hasta dejar el panorama en manos de una mediocridad que parece gobernarnos con mano de hierro de un tiempo a esta parte. Más allá de lamentarnos, el quid de la cuestión radica en si seremos o no capaces de subir de nuevo el listón hasta la cota mínima de autoexigencia que nunca debimos consentir en rebajar.

Han sido varios los factores que nos han llevado hasta la situación actual, pero la razón principal del deterioro de la calidad ha sido, sin duda, la reducción progresiva de presupuestos y recursos. Por una parte, los estudios de diseño han proliferado en los últimos años, sobre todo a partir del momento en que el desarrollo de software y de potentes equipos informáticos ha facilitado la implantación de estudios por parte de meros aficionados que desean probar suerte en el campo profesional. El aumento de la competencia cualificada, lejos de ser negativo, supone siempre un estímulo creativo; verdaderamente nefasta está siendo, en cambio, la aparición masiva de seudoestudios y otras estructuras similares relacionadas con el diseño, que intentan suplir su falta de profesionalidad con campañas de rebajas permanentes, es decir, ofreciendo sus servicios a precios irrisorios y ofensivos para los auténticos profesionales.

Por otro lado, los clientes se suben casi siempre al carro del intrusismo profesional aprovechando las rebajas que se les ofrecen. No es un delito, claro que no; opino que esta opción empresarial responde más bien al momento de fuertes reestructuraciones y recortes presupuestarios que está sufriendo el mundo empresarial. Sea por la razón que sea, las empresas que deciden confiar en organizaciones de profesionalidad dudosa corren el riesgo de dejar su imagen corporativa y la de sus productos y servicios en manos poco expertas e infraestructuras de envergadura mínima, incapaces de responder con eficacia ante avalanchas puntuales de proyectos o de asesorarles en momentos clave.

La suma de todos los factores citados deja a los profesionales del diseño en una situación francamente difícil, porque no podemos mantener unos estándares mínimos de calidad trabajando con tan bajos presupuestos. Y si nos apuntamos a las rebajas para intentar mantener a nuestros clientes no hacemos otra cosa que contribuir a la expansión del intrusismo, al detrimento de los proyectos de calidad y a la muerte de la creatividad.

Por eso resulta tan difícil hoy en día encontrar proyectos de diseño audaces, rigurosos y cualitativamente aceptables. Y por eso muchos profesionales no tienen otra opción que sustituir su cuota de creatividad por otra, muy diferente, meramente de servicio. De seguir así, pronto nos veremos obligados incluso a presentar listas de servicios estándares y, sobre todo, tarifados, pues parece que a muchos clientes les interesan mucho más las cifras que el alcance de los proyectos en sí.

La Real Academia Española define la calidad como sinónimo de “carácter” y “genio”. Lamentablemente, dudo que hoy por hoy esta definición sea del todo cierta, porque la calidad está perdiendo todo su carácter y su alma, su genio, mientras lo mediocre, entendido como algo “de poco mérito y tirando a malo”, se enseñorea de nuestra profesión, la aprisiona y la devasta.

¿Hasta cuándo seguiremos así? Me temo que hasta que nosotros queramos. Para terminar con esta lamentable situación basta con proponernos devolver al diseño el nivel de calidad que nunca debería haber perdido, con todo lo que ello conlleva en cuanto a la defensa de nuestras ideas, tanto desde el punto de vista de la creatividad como de los presupuestos económicos. De nosotros depende. Y también de los clientes, que deberían empezar a valorar de nuevo, y por encima de todo, la calidad en sus campañas.

CARLOS ROLANDO

IMÁGENES VISUALES Y/O IMÁGENES VERBALES.

Los diseñadores, por razones culturales o históricas, tenemos instalado en nuestro disco duro la convicción de que las imágenes son básicamente visuales. Y sin embargo “en el principio fué el verbo” y fueron las palabras las que comunicaron toda la historia.

Una historia que podemos visualizar a través de las imágenes que las palabras sugieren, evocan o despiertan en cada uno de los que reciben el mensaje.
Esto no es un descubrimiento reciente para mí. A lo largo de mi carrera esta actitud ha constituido uno de los parámetros desde donde construí estrategias de comunicación eficientes, ricas en contenido y adaptables al paso de las modas o estilos visuales. Y hoy esta capacidad nos ofrece una posibilidad para conseguir la diferencia que hoy es indispensable para lograr una identidad reconocible y memorable.
Sobre todo hoy, cuando el universo de imágenes visuales es básicamente digital e implementado por los mismos sistemas de producción.
Cuando todos utilizan las mismas herramientas -los mismos programas- se acaba de conseguir una suerte de “standard de calidad gráfica”, que personalmente, creo que es al nivel al que nuestra profesión ha llegado.
Pero hay más a favor de las imágenes verbales. El desarrollo de los softwaresde retoque o más bien manipulación de imágenes visuales y sobre todo su vulgarización -incluso los no involucrados en nuestra profesión conocen lo que hace el photoshop- han quitado toda la posible credibilidadqque se les suponía.
En definitiva, lo que quiero expresar es mi preocupación por la constatación de que, después de cuarenta y cuatro años de profesión estamos girando en círculos en el que van apareciendo periódicamente estilos gráficos ya ensayados, amaneramientos, previsibles dejà vus. No veo riesgo. Hay muy pocas cosasque me hagan envidiar al que ha resuelto un problema desde una posición diferente, inconformista, abierta, cosas que me excitan intelectualmente.
Cuando esto me ocurre, generalmente hay palabras.
Para acabar, el caso de diseño más importante de la historia moderna es Internet.
Una red global, complejísima, formada por millones de personas conectadas en tiempo real.
Y cómo se expresa, cómo se implementa el prodigio que ha modificado a toda la humanidad como nunca antes había ocurrido? Se expresa en palabras, porque Internet es un protocolo. Y los protocolos se expresan en palabras.
Dice la Enciclopédia Británica que el diseño es: “La organización de planes o esquemas de acción y una interacción de elementos para conseguir un fin coherente y eficaz”.
Interesante no? Merece un pensamiento, verdad?

CURRO CLARET

Algunas consideraciones sobre ecodiseño.
Una definición de ecodiseño: El ecodiseño considera los impactos ambientales en todas las etapas del proceso de diseño y desarrollo de productos, para lograr productos que generen el mínimo impacto ambiental posible a lo largo de todo su ciclo de vida. Manual Promisa-Tu Delft University.

Una definición de desarrollo sostenible, cuestión de fondo que engloba a la anterior: Satisfacción de las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Comisión Brundtland.

Un ejemplo de algo que no es ecodiseño; los coches. Como sucede con tantos otros productos del diseño industrial, el automóvil actual es pasmosamente ineficiente (ver Hawken, Lovins y Lovins (1999), pag. 24.). Tan solo el veinte por ciento del combustible utilizado sirve para moverlo, mientras que el ochenta por ciento restante se pierde en calor y humo. Por otro lado, el noventa y cinco por ciento de la energía total empleada mueve al vehículo. Tan sólo el cinco por ciento restante mueve a quien lo ocupa. La eficiencia resultante, en términos de proporción de energía de combustible para desplazar al ocupante es, pues, el cinco por ciento del veinte por ciento en otras palabras, ¡un mero uno por ciento!. Fritjof Capra, Las conexiones ocultas.

Un ejemplo de alguien que se supone si hace ecodiseño; la empresa de cosméticos The Body Shop. Fundada a finales de los 70, la empresa se ha caracterizado desde sus inicios por una filosofía de respaldo al medio ambiente, la defensa de un comercio justo, de salvaguardar los derechos humanos y de protección de animales. Dicen que sus productos son realizados estrictamente de manera “limpia” y ética, combinando la sabiduría tradicional y los antiguos remedios herbales con la más moderna innovación tecnológica. De entre sus iniciativas más populares destacar sus packaging reutilizables (el usuario podía ir directamente con su envase utilizado a una de sus tiendas y rellenarlo de nuevo), sus campañas de publicidad con mensajes “comprometidos” o los interiores de sus tiendas, ecodiseñadas.

Uno de los principales problemas para tomarse más en serio el tema del ecodiseño (no puedo evitar recurrir de nuevo a Fritjof Capra y su clarificador libro, Las conexiones ocultas): Cuando los accionistas y otros cuerpos exteriores a la empresa evalúan su estado de salud, no suelen interesarse por la vitalidad de sus comunidades, por la integridad y el bienestar de sus empleados, ni por la sostenibilidad ecológica de sus productos. Se interesan por los beneficios, por el valor de las acciones, por la cuota de mercado y demás parámetros económicos, y se muestran dispuestos a aplicar toda la presión posible para asegurar un rápido y sustancioso beneficio a sus inversiones, con independencia de las consecuencias que ello pueda implicar a largo plazo para la organización, para el bienestar de sus empleados o para el impacto social y medioambiental.

Una ecuación, como posible dirección a seguir (según se desprende de las reflexiones de Ezio Manzini (Experimenta 55), considerado uno de los principales teóricos de la sostenibilidad y el diseño): más bienestar igual a menos consumo de recursos naturales y más sociabilidad. Por desgracia, nos dice, la manera de vivir en las sociedades industriales va exactamente en dirección contraria; más bienestar igual a más consumo y menos sociabilidad.

Una pregunta; dirigida a los lectores con el máximo respeto y sin ningún ánimo de juzgar ni aleccionar. Durante este último año ¿en cuantas ocasiones y hasta que punto se han planteado seriamente, en su actividad, la cuestión del ecodiseño? e inevitablemente eso lleva a esta otra ¿a conducido esto a la toma de alguna acción o medida?

UNA CONVERSACIÓN CON MIGUEL MILÁ.

EL AHORRO DE ENERGÍA PUEDE SER UN CRITERIO COMERCIAL:
“Como persona formada en la posguerra soy ahorrador por naturaleza, es una cualidad que me parece importante y que el diseñador debe aplicar a la hora de proyectar.”
En general los diseñadores y arquitectos, en estos momentos, damos un pésimo ejemplo al mundo ya que no nos preocupamos de que el producto que diseñamos sea sostenible. “El diseño debe basar su trabajo en la funcionalidad, la economía y el ahorro. Muy a menudo el mundo del diseño se deja llevar por modas o tendencias, sin tener en cuenta la cantidad de energía necesaria para que los diseños funcionen.”
En el sector de la arquitectura y del interiorismo últimamente proliferan ambientes totalmente negros. Para su iluminación es necesario aumentar mucho la potencia de las lámparas y ello comporta un aumento muy considerable del consumo de energía eléctrica. Igualmente, los edificios que son cajas de cristal y obvian su orientación, son muy calurosos en verano y muy fríos en invierno, lo que supone aire acondicionado a máximo rendimiento en verano y máximo consumo de calefacción en invierno. Deberíamos reflexionar sobre eso ya que todo ello contribuye de una manera alarmante al derroche generalizado de la energía.
El ahorro es tan importante como la introducción de otras energías alternativas. La energía solar, por ejemplo, en un país soleado como el nuestro, debería estar mucho más extendida y más perfeccionada tanto en funcionalidad como en estética. Un buen ejemplo de lo que se puede hacer estéticamente con la aplicación de la energía solar nos lo brindó Elías Torres con el magnífico diseño de la pérgola del Fórum, a mi entender, el mejor edificio de todo el conjunto.
“Los malos ejemplos también están presentes, como la Torre Agbar cuyo emplazamiento le permitía diferenciar la fachada norte de la fachada sur y aprovechar mejor la luz solar… es una oportunidad perdida. Otros muchos malos ejemplos se deben a la intrusión de modas banales en el campo del diseño industrial.”
La intención de ahorro no se evidencia como cualidad en el producto, ya sea objeto o edificio, quizá por miedo a que no sea comercial y estaría bien que la sostenibilidad se implantara como moda. Se observa cómo tímidamente lo del ahorro ha ido entrando en el campo del diseño automovilístico. Desde que, con la crisis del petróleo de 1973, los fabricantes tuvieron que empezar a pensar en motores que consumieran menos energía, parece que finalmente hay que empezar a pensar en coches que no consuman energías fósiles, como en el caso del modelo Prius de Toyota, aunque sea de manera un tanto tímida. “Yo me planteé muy seriamente lo del ahorro en la última serie de grifos que he diseñado. Pensé en cómo consumir menos gas. En la mayoría de monomandos actuales, siempre que se abre el grifo se abre el caudal de agua y el del gas que calienta el agua, porque la posición natural del grifo, el centro, corresponde a la mezcla de agua caliente y fría a partes iguales. La solución en la serie Milá de Supergrif ha sido cambiar el mando de manera que la posición normal del grifo sólo abre el agua fría. Supone un gran ahorro de gas cada vez que alguien se lava las manos. A lo mejor, en una vivienda es un ahorro poco significativo pero en un sector como el de la hostelería puede ser muy importante. Ahora bien, lo que más me gusta de todo eso es que el tema del ahorro que hace pocos años nadie valoraba, ahora es un factor de venta importante; ahorrar ya vuelve a vender, y eso es una buena noticia.”
Es fundamental que diseñadores (en el término incluyo también a los arquitectos) e industriales unamos fuerzas en favor del medio ambiente, que pensemos en soluciones sostenibles, que el ahorro empiece a formar parte del pliego de condiciones a la hora de proyectar.